Pasando el parte

Jur jur, como mola, ya tengo la baja, total, 2 días que me quedan… pero bueno, me hace ilusión. Nunca he cogido la baja. Llevo trabajando…. Casi trece años (mira J., nuestro número) y es la primera vez que me dan la baja)
Cuando me ha visto el médico suplente lo primero que me ha dicho ha sido (palabras textuales): Toma Bombo.
No se muy bien como tomármelo… de primeras me ha hecho gracia, luego he pensado que debo estar realmente amorfa! Jajajajajaja
Pero bueno… soy una amorfa con baja, y a dos días de pillar vacaciones, así que… y además, si quiero, no vuelvo a trabajar hasta las navidades! Joder que ilusión me hace!, Se que no aguantaré tanto tiempo sin venir a currar, además, creo que no es bueno para una salud mental en condiciones, el reducir tu vida a 24 horas de pañales, bibes y chupetes. Así que esos 4 meses de baja por maternidad me da a mi que aunque la haga íntegramente, tendré escapadas al curro para sentirme durante un par de horas al menos como una adulta, capaz de mantener una conversación sobre balances, contabilidad, liquidaciones y listados que tanto me gustan, como hasta ahora.
Jo, que poquito nos queda J. Y que ganas tenemos, eh??!!
Se que ahora soy un poco monotema, pero es que no puedo evitarlo… solo puedo pensar en lo que viene, será porque no puedo dejar de recordarlo, gracias al hinchazón de pies, el dolor de espalda, el peso, el calor, el no poderme agachar, etc.… Así que, ¿como olvidarlo?
Empiezo a estar nerviosa… mucho, me siento impaciente, espitosa, nerviosa, mimosa y atacada.
J. está igual o peor que yo. Le asusta demasiado que me pueda pasar algo… pero la verdad es que yo no quiero pensar en esa posibilidad, aunque se que exista.
A veces nos da la risa histérica solo de mirarnos! Que par de tontos que estamos hechos!
Y ahora que tendremos más tiempo para nosotros con las vacaciones (que cojonudo que hayamos coincidido íntegramente las vacaciones este año J. y yo), aún estaremos más nerviosos, revisando la canastilla cada día, y con el síndrome del nido tan acentuado que solo nos quedará encerrarnos en casa y aislarnos por completo para que nada ni nadie interrumpa nuestro gran momento.
Igual no. Igual nos da por estar todo el día del sofá a la piscina de mi hermana, que la verdad es que la playa ya empieza a resultarme un poco incomoda.
Entre las olas, la arena y mi poco equilibrio… no me siento nada segura, así que prefiero irme a casa de mi hermana, que todo es mas estable, con escaleras para subir y bajar con sus respectivas barandillas. Lo único malo es que no tiene chiringuito… mecawen… nada es perfecto, excepto mi vida ahora, que es más que perfecta. Ni en mis mejores sueños podría imaginarme así de feliz y plena. Es una sensación que asusta, primero porque para mi es nueva, y segunda porque me da miedo que algo lo trunque.
Mejor no lo pienso, disfruto de esta gran época que por fin me ha tocado vivir y si viene algún problema, J. y yo lo solucionaremos, como siempre, juntos.

En resumen: lo peor de la semana: La dieta de 3 días para que me hagan mañana la Curva del ázucar. Y lo mejor: Que mañana me lleva a cenar J. para desquitarme de todos los antojos que he padecido estos 3 días. Que ya tengo la baja laboral. Que el sábado tengo día piscinero. Y que ya queda una semana menos para verle la cara a esta sinvergüenza que llevo dentro.