jueves, julio 31, 2008

Bienvenido a Casa


Miguel me llamó ayer, que podía ir a recoger el coche cuando quisiera.


Mi Diablo (así lo llamamos en casa, Diablo Negro, un nombre muy "jevi ochentero", pero si la música pudo tener un grupo llamado Baron Rojo, por que yo no puedo tener un coche llamado Diablo Negro?) , me miraba desde una esquina del taller, con ojos tristes, estaba muy callado, incluso sus altavoces sonaban mas flojos... Yo creo que estaba reprochandome algo.

Al rato lo comprendí todo.... Lo habian violado, humillado y mancillado.

Lo habian tocado por dentro, gente que no conocia de nada, corrieron el asiento, subieron el volante, le manosearon todos los espejos... y sin su permiso, gente desconocida.

Asi que pensé que lo mejor sería mimarlo un poco, pasar un poco de tiempo juntos, y me lo llevé a lavar. Le di una buena ducha con la manguera a presion (x 3 veces!) y lo aspiré a conciencia, sacando alfombrillas y todo, le limpié los cristales, le quité el polvo, y cualquier olor que le recordara al mecanico sudado y engrasado que le habia puesto la manos encima.

Su carita cambió y su musica volvió a oirse como siempre. Esta mañana ya cantabamos juntos camino al trabajo, como siempre.

Pero es que en 3 años nunca habiamos pasado tanto tiempo separados y sin vernos... ha sido duro, pero ya ha pasado todo.


Ahora nos iremos de vacaciones y olvidará todo este trauma, yo me encargo!

1 comentario:

Mònica dijo...

Ohhhhhhhh qué bonito!!!

Qué pena no haberle visto la carita cuando te vió aparecer por la puerta....

Si es que......... aish!!!!

Besitos